La investigación realizada a fines de la década de 1970 y principios de la de 1980 por el Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de Kirguistán concluyó que Tash Rabat se construyó originalmente como un monasterio nestoriano en el siglo X, aunque no se encontraron artefactos cristianos durante las excavaciones. Más tarde se determinó que era un monasterio budista ya que se descubrió que todas las inscripciones, artefactos y referencias eran de naturaleza budista. Esto se vio reforzado por el hecho de que sus habitantes eran budistas durante el período de su construcción. La estructura consta de 31 habitaciones, incluidas las cámaras en la sala central. Las habitaciones son cuadradas y rematadas con cúpulas que tienen aberturas para la luz en la parte superior; la transición de un marco cuadrangular a una cúpula se realiza mediante un squinch. Tash Rabat está realizado íntegramente con piedra de escombro sobre mortero de arcilla con sellado de juntas de mortero de yeso. Una de las habitaciones más alejadas también tiene un hueco profundo en el suelo que recuerda a un pozo.